jueves, 21 de junio de 2012

Cuevas de Lino


Un vino con una capa media-alta, bastante intensidad de color, tonos violáceos, cereza roja. Aromas a frutos rojos, ciruelas. En boca, un vino bastante equilibrado, con estructura media, persistente, bastante glicérico. Agradable.

Marca: Cuevas de Lino.
Tipo: Tinto ecológico.
Uvas: Listán negro.
Cosecha: 2003.
Graduación: 12,5º.
D.O.: Tacoronte-Acentejo.


La Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo, en Tenerife, incluye desde 1997 y con la categoría de Subzona el territorio calificado como Parque Rural de Anaga, delimitado cartográficamente por la Ley de Espacios Naturales de Canarias. Cuenta con dos bodegas inscritas, una en Taganana (Las Fajanetas) y otra en El Batán (Cuevas de Lino).
El Batán de Abajo es un grupo de casas muy pequeño, junto a otras viviendas excavadas en cuevas, al pie de un caserío del que toma el nombre. Félix González Alonso nació cerca de aquí hace 74 años, en Bejía, donde estuvo hasta los 22 dedicado a la agricultura. No tenía viña. Pero un día, hace cerca de cuarenta años, compró una par de “huertitas” abandonadas en El Batán de Abajo y se puso a reformarlas “haciendo pareditas y sembrando viñita y papas”, en sus propias palabras. También tenía una cueva “donde amarraban las vacas cuando sembraban aquí”. Tuvo que bajar él mismo las barricas al hombro desde la iglesia de El Batán, mientras un paredero llamado José le iba haciendo las paredes de la cueva.
Los elementos que integran la bodega están junto al barranco del Río, que parte del caserío del Río y llega a las Casas Bajas de Punta de Anaga. .Los viñedos y la propia bodega están a un lado, y unas antiguas viviendas-cueva transformadas en depósitos de agua para regar, al otro. Junto al edificio y cuevas de la bodega, se encuentran las conocidas como cuevas de Lino, por servir de pajar donde se almacenaba esta planta en el siglo XVII.  El sistema de cultivo es en parral bajo para aprovechar lo suficiente el terreno y la luz. El vino, tinto, es 100 % listán negro, “aunque tenemos otras variedades que estamos plantando como castellana, marmajuelo, diego y negramoll como experiencia para hacer diferentes combinaciones”, dice Javier González, hijo del propietario Félix González.. “Aquí la variedad se comporta bien, no abusamos de riegos, no abusamos de abonos, con lo cual tenemos producciones bajas, los racimos no son tan grandes, pero influye en la calidad de la cosecha”, añade.


Una modesta bodega en cuanto a volumen de producción con uvas de cosecha propia, pero con una gran calidad en sus caldos fruto de la fusión de ambas concepciones del trabajo enológico: la tradicional del padre, la profesionalizada del hijo. Ahora es un teleférico el que salva la gran altura hasta el fondo del barranco para bajar depósitos de acero inoxidable y subir cajas de botellas. Porque el vino lo siguen haciendo en la cueva y allí mismo embotellan desde 1999, apenas 2.500 botellas al año.

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