lunes, 16 de julio de 2012

The Fat Duck (Bray, Berkshire, UK)


Dadas sus tres estrellas en la Guía Michelin, The Fat Duck no puede ser más modesto –su discreta entrada y el comedor amueblado de manera simple no insinúan la asombrosa cocina que se hace ahí. El menú de degustación de 15 platos de Heston Blumenthal bien vale las 180 libras por la montaña rusa de emociones que nos proporciona. Cada bocado es pura diversión, desde el primer trago de un espumoso gin tonic enfriado con nitrógeno líquido para limpiar el paladar, pasando por un té caliente y helado de intrigante sabor hasta la última sorpresa: un bolsa de golosinas llamada “ Como un niño en una tienda de dulces”. En medio, hay extraordinarias combinaciones de sabores, como una crema fría de grano de mostaza con gazpacho de col lombarda, salmón escalfado en gel de regaliz con alcachofas y mayonesa de vainilla, y una intensa y perfectamente formada tarta Selva Negra; todo inventivamente presentado y absolutamente delicioso. Una carta de vinos de extensión global que incluye grandes caldos así como marcas menos conocidas, respalda las sugerencias para emparejar los vinos con el menú de degustación. El personal sobre el terreno se compromete verdaderamente con los comensales mientras controla sin esfuerzo el flujo de los alimentos. En resumen, The Fat Duck aún conserva esa rara combinación de servir una comida soberbia de una manera desenfadada.



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