lunes, 24 de febrero de 2014

Restaurante La Cueva (Chinamada, Tenerife)



Perdido en Anaga, en el recóndito caserío de Chinamada, podemos encontrar un local donde degustar uno de los grandes (aunque sencillos) placeres culinarios del noroeste de la isla de Tenerife: comerse un puchero y un escaldón en un día frío.
Para llegar a tan ricas viandas hay que adentrarse en los barrancos de Anaga y pasar el pueblo de las Carboneras hasta llegar a la iglesia y plaza del caserío de Chinamada. A unos pocos metros, se encuentra el Restaurante La Cueva. Sin duda un paseo por una de las zonas más bonitas y vírgenes de la isla que va a tener premio.
Allí encontraremos un local sencillo, acogedor y con decoración rústica, que tiene su encanto. El servicio es rápido y muy amable, te recibe siempre con una sonrisa y es bueno aconsejando. La carta ofrece, con precios muy razonables, comida casera canaria cocinada con cariño: carne fiesta, garbanzas, sopas, potajes, pulpo, papas arrugadas, queso y, sobre todo, el famoso escaldón, si no el mejor, uno de los mejores de la isla. Acompañen este delicioso plato (medio para 2 personas está bien) con un puchero canario y algún entrante y tienen ante sí una comida redonda para un día de excursión.
Eso sí, ojo con llegar muy tarde, que hacer el paseo para descubrir que se nos han adelantado y no queda nada en los calderos puede ser terrible. Si están llegando de caminata y se les hace tarde, merece la pena hacer una llamada y reservar una mesa y condumio.
En definitiva, un valor seguro en el interior del bello Macizo de Anaga donde disfrutar de rica comida canaria hecha con fundamento.
Para terminar, el Restaurante La Cueva ofrece también unos deliciosos postres caseros servidos con cariño: quesillo (con miel de palma y almendras picadas), mousse de gofio o tarta de café y galletas, perfectos, con un buen café cremoso, para terminar una buena comida. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Moros y cristianos


Ingredientes:

250 gr. de judías coloradas o negras
1 diente de ajo
1 cebolla
1 pimiento verde
1 zanahoria
½ hoja de laurel
1 ramita de perejil
2 cucharadas de vinagre
6 cucharadas de aceite
unos granos de pimienta
1 cucharadita de pimentón
sal
Arroz: 4 tacitas moka de arroz blanco
1 diente de ajo
4 cucharadas de aceite.

Poner las judías a remojo de agua fría 12 horas antes de prepararlas. Escurrirlas, lavarlas y ponerlas en una cazuela cubiertas de agua fría, con el pimiento lavado y picado fino, la zanahoria raspada y cortada en trocitos, ½ cebolla picada, el laurel, el ajo, el perejil y la pimienta.

Añadir un chorreón de aceite, acercar al fuego y cuando rompa el hervor, “asustarlas” con un chorrito de agua fría para cortarlo. Dejar cocer a fuego lento con la cacerola tapada durante unas dos horas o hasta que estén tiernas las judías. Freír la otra mitad de cebolla picada en el resto del aceite.

Antes de que se dore, espolvorear con el pimentón y añadir el refrito a las judías. Sazonar con sal y vinagre y, si hiciera falta, espesar el caldo con unas cucharadas de judías trituradas, dar unos hervores y rectificar el punto de sazón. Cocer el arroz en agua hirviendo con sal 18 minutos, escurrirlo y rehogarlo con el ajo.